Bienvenid@ al rincón del silencio

Sonará loco pero, en el silencio es que nace el sentido de las cosas que llevamos en el alma. En el silencio nace la poesía, la literatura y la ciencia, que no son más que la evidencia en concreto de sueños y esperanzas de un alma que busca su propia libertad. Por eso este espacio se llama Ecos Libres.

martes, 29 de abril de 2008

Dime cuando...


Cuando era niño la amaba como niño, la miraba y solo deseaba esta a su lado.

Sus ojitos color miel se colmaban de lágrimas cuando le separaban de su lado.

Hasta cuando debemos soportar que otros decidan por nosotros?- decía- Solo queremos quedarnos juntos!!!

Despues de las lágrimas llegaba la calma, todo era simple, su amor era sencillo y sin complicacviones. Compartian mentas, chiclets, un juego, una sonrisa, pero juntos crecían y descubrian el mundo.

Creciendo llegaron a la adolescencia, la escuela, la familia, la sociedad... La vida comenzó a ser divertida, los controles de los adultos aumentaban pero el amor, con su estatura continuaba creciendo. Para el sus trensas eran preciosas, para ella sus ojos seguían dulces como el caramelo.

El era su defensor eterno, y ella la más dulce de las doncellas, la vida era solo para ellos dos, tranquila, placentera y sencilla. Nada que un "Perdoname" y un "Te quiero" no pudiera ayudar a superar.

Se mantenian con los anhelos del futuro. Todo estará bien cuando estemos juntos para siempre.

Al ser una pareja joven descubrieron la vida, comenzaron a entender las complicaciones de las responsabilidades, la universidad, el trabajo, la familia, los amigos, la sociedad, las presiones de grupo... Llegaron a su tranqulio mundo los problemas acarreados por terceros, batallas de lágrimas, dolor, orgullo y "...nunca más". Deseos de morir por culpa del amor, la desconfianza,los sueños rotos.... Pero al final desearon volver a ser niños y retomaron su preciado amor.


Cuando dejaremos de ser vulnerables? Cuando el amor no nos dolerá tanto? Cuando estaremos juntos por siempre?


Ya en la adultez, hechos marido y mujer se sintieron libres de vivir y de experimentar, eran los reyes del paraiso, nadie se interponía ante su deseo de estar juntos, salir, ver al amanecer abrazados, profesarse su amor a cualquier hora, en cualquier lugar...

No eran necesarias las palabras, las miradas se decian todo, eran dichosos, plenos, eran uno...

Luego fueron mas de uno, su amor germinó, y eran mas felices.


Con el tiempo nació la lejanía. El trabajaba, ella tambien, los niños eran el punto de encuentro, pero comenzaron a perderse en si mismos. No había tiempo, no habían dulces, no habían sueños, el olvido, la apatía, los problemas los hicieron olvidar el tiempo.

Ella lloraba, se sentía sola, nada era como antes... Su mente y su corazon vivian en el centro de una tormenta, todo crecía, los niños, la casa, su soledad, el destierro de su marido y el abismo entre ella y la realidad.

El sumergía su alma en cada baño, quería que el agua espantara el dolor de su corazón, que lavara sus heridas, su silencio, que llenara sus poros de calor del amor que hacía mucho había escapado de su cuerpo; deseaba ternura, deseaba volver en el tiempo y encontrar el momento justo que les hiso perderse mutuamente. Cada noche deseaba que amaneciera, porque cada noche tenía pesadillas, caía en una fosa oscura, sin luz, estaba solo, nadie le oía, ni le extrañaba, era sólo una sombra sin vida


Despues de mucho tiempo, los hijos volaron del nido, la casa fue mas grande. Ella buscó refujio en la iglesia y él en el trabajo. Pero un día se encontraron como dos desconocidos en la mesa de la cocina tomando un sorbo de café.

Misteriosamente se vieron a los ojos.

El dijo: sabes qué? Hace mucho que te extraño. Ella respondió: a mi me pasa igual.

Ella ya no tenia las hermosas trenzas, él tenía lentes delante de sus hermosos ojos, tras un largo silencio ambos se preguntaron: Cuando fue que nos perdimos?

No hay comentarios: